Afinidades

La primera vez que me daban la oportunidad de publicar algo más allá de cuentos o poemas sueltos llegó con este libro, editado por la extinta Siete Suelos (ahora Traspiés). Por esta razón, le tengo gran cariño al librito, ya descatalogado.

Todo empezó cuando me matriculé en un curso de relato breve organizado por la Universidad de Granada. En realidad, aquel curso (creo que sería el 2000/2001, aunque no estoy del todo seguro) estaba muy motivado con la escritura creativa y no solo me apunté al curso de cuento, sino que también pude formarme en la técnica del guion cinematográfico y en el de cuentacuentos. No obstante, el curso que impartía Miguel Ángel Cáliz fue el que tuvo un mayor efecto en el Tomás de entonces: estudiando una carrera que no tenía demasiado que ver con mis aspiraciones artísticas, las tardes que pasé en aquella pequeña aula de la Casa de Porras supusieron un soplo de aire fresco y un acicate para mí. Además de aprender las técnicas básicas de la escritura del cuento, el curso me ayudó a entender la grandeza de este género breve, me hizo conocer a otros cuentistas tan talentosos como Ignacio Hormigo, Cristina Gálvez, Agustín Ortega o el propio Cáliz y, sobre todo, me abrio las puertas a la publicación de Afinidades.

Lo cierto es que Miguel Ángel Cáliz había puesto en marcha una pequeña editorial orientada al cuento. Antes de Afinidades publicó, al menos que yo recuerde, una obra suya (Inventario) y otra firmado por Ignacio Hormigo (Nimiedades). Tengo un ejemplar de ambas obras, que guardo con cariño. Después de publicar a este último, Miguel Ángel nos ofreció hacer una publicación conjunta, con varios cuentos de Cristina y varios míos, para lo que nos pidió los cuentos que teníamos, sobre los que él haría una selección final. Es posible que el editor considerara que estábamos aún un poco verdes para sacar un libro por cada autor, pero lo cierto es que no tuvo mal ojo porque, casi veinte años después, los dos, Cristina y yo, seguimos escribiendo y publicando cuentos.

Por desgracia, no guardo documentación gráfica de la presentación del libro, aunque sí grandes recuerdos de la experiencia, tan ilusionante.